Las truchas escasearon en el desvede de Galicia, Asturias y la zona sur de Castilla y León. El 1 de abril la provincia leonesa inicia su temporada.

Los aficionados leoneses que el pasado domingo se desplazaron la las provincias de la zona sur de Castilla y León para pescar apenas han conseguido capturas, regresando de vacío la gran mayoría. La zona sur comprende las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia y Valladolid. La normativa autonómica de pesca establece el tercer domingo de marzo como fecha de apertura mientras que en la zona norte, en la que se incluye la provincia de León, no se abre hasta el primer domingo de abril. La fecha de cierre, salvo excepciones, es el 31 de julio en ambas zonas, por lo que la sur dispone de tres semanas mas para que los aficionados puedan disfrutar de la pesca.

El retraso en la apertura se justifica porque en el norte, al ser mas frío, la freza se retrasa considerablemente, freza que puede ser dañada por los pescadores al pisar el lecho del río cuando todavía no han eclosionado las huevas. Ni los cotos intensivos de trucha arco iris, ni el del «hucho» en el río Tormes, se han abierto todavía a la espera de la decisión que tome la Junta de Castilla y León una vez publicada la nulidad de varios artículos del Real Decreto de Especies Exóticas e Invasoras.

Tampoco los aficionados que se desplazaron a las comunidades de Galicia y Asturias pescaron bien.

El tiempo ventoso y fresco, unido a las aguas frías, (nevaba en el Alto «Del Cebreiro») no son situaciones favorables para realizar una buena pesca. De hecho ni siquiera los madrugadores que pescan a cebo natural consiguieron capturas significativas. En las horas centrales del día se movieron de forma breve, pero suficiente para «matar el gusanillo» pescando a mosca ahogada.

En Asturias, donde también se abría el salmón, tampoco se pescó bien. El «campanu» se conseguía sobre las diez y media en el tramo libre de Cornellana, en el río Narcea. Enrique el de Bárcena, un veterano, lo lograba a cucharilla. Pesó 6,7 kg alcanzando en la subasta 6.000 euros, muy lejos de las cifras alcanzadas en anteriores subastas. También aquí se ha notado la crisis. En total se pescaron cuatro salmones en el Principado, tres en el Narcea y uno en el Esva.

A la espera en León. Hasta que el uno de abril se abra la veda en la mayoría de ríos de la provincia leonesa, bastantes aficionados no saldrán a pescar. Hace años salir el primer día a Galicia o a Asturias significaba volver con la «cesta llena». En la actualidad los ríos de ambas comunidades tienen los mismos problemas que los leoneses y han sufrido, si cabe, una mayor caída en sus poblaciones trucheras.

La situación de los cauces en León está en malas condiciones. Con los pantanos muy bajos y poca nieve en las montañas, los caudales discurren bastante escasos, si bien ya han comenzado a desembalsar y han repuntado ligeramente.

Los que no están regulados discurren algo bajos y con las aguas muy frías, pues la bajada de temperaturas de la última semanas se ha dejado sentir. Un cambio de tiempo con lluvias supondría un considerable alivio a pesar de que la escasa nieve se derritiese de golpe provocando una crecida.

El efecto de una crecida previa a la apertura suele ser positivo en el sentido de que limpia los fondos, pero elimina la nieve acumulada en los neveros que garantiza el mantenimiento de los caudales en los meses estivales, especialmente junio, pero las previsiones son negativas. Quienes se han acercado al río en estos días han podido observar importantes eclosiones de insectos, que se retrasan hasta las tres o las cuatro de la tarde. En estas condiciones los aficionados se las prometen muy felices, pero no conviene olvidar que todo puede sufrir un cambio considerable pues según el refranero popular «cuando marzo mayea mayo marcea» y casi nunca falla.